La cuota de mercado de los vehículos eléctricos «continuará aumentando en los próximos trimestres» en el conjunto de la Unión Europea (UE) y se estima que en España, en caso de que se mantengan «las tendencias recientes», podría alcanzar el 13% a finales de 2022 y llegar al 22% en el cuarto trimestre de 2023, según refleja el estudio ‘Situación Consumo’ de BBVA Research referente al segundo semestre del año.
Los analistas de la entidad financiera han destacado que, según las últimas encuestas realizadas por Roland Berger, el 63% de los conductores españoles tiene la intención de adquirir un vehículo eléctrico.
En ese sentido, los residentes del centro de las ciudades, los hombres en mayor proporción que las mujeres y, sobre todo, los conductores de entre 18 y 39 años, son los perfiles «más propensos a comprar un vehículo eléctrico en el futuro».
El informe también detalla que los modelos eléctricos e híbridos enchufables representan el 46% del total de los disponibles en el mercado español, frente al 16% que suponían en 2019.
«Este porcentaje sitúa a España a la cabeza de Europa junto con Noruega, Países Bajos, Bélgica y Francia. La cuota de mercado de los vehículos eléctricos puros en Europa podría alcanzar el 55% en 2030 si se cumplen los compromisos de los fabricantes y en el 84% en 2035», ha resaltado BBVA Research.
Los analistas también han incidido en que el sector público considera actualmente el vehículo eléctrico como el «eje de su estrategia de descarbonización».
Así, han destacado la implementación de medidas punitivas, el establecimiento de objetivos de reducción de emisiones cada vez más ambiciosos y también las iniciativas incentivadoras, entre las que destacan el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica del Vehículo Eléctrico y Conectado (Perte VEC) o el programa Moves III.
«Para acelerar la electrificación del transporte, el sector se enfrenta a algunas barreras como son un precio elevado, la escasa capilaridad de la infraestructura de recarga y la incertidumbre sobre la autonomía del vehículo y la vida útil de la batería, que dificultan la toma de decisiones de posibles compradores», ha valorado la entidad.
Sobre ello, ha resaltado la necesidad de dar respuesta a esas «limitaciones» a través de la mejora de la accesibilidad, la agilización de la instalación de puntos de recarga rápida, la desmitificación de la falta de autonomía y el desterramiento de «la idea de que la vida útil de las baterías es escasa».
El estudio también refleja que, en base a los datos de las principales asociaciones del sector automovilísticos español, la venta de coches ha caído en el país un 7,4% en lo que va de año y también que sigue un 38% por debajo de los niveles prepandemia.
«La reducción interanual de este año es menor que la que ha sufrido de media la Unión Europea (-9,9%), pero la distancia a los registros obtenidos antes de la pandemia sitúan a España a la cola de Europa, junto con Austria, Lituania y Dinamarca», recuerda el informe.
Los autores del estudio han argumentado que el descenso se explica, principalmente, por la escasez de vehículos debido a los problemas de abastecimiento de insumos, por los cuellos de botella en el sector, el deterioro de la capacidad de compra de hogares y empresas y el encarecimiento de los carburantes.
«En este contexto, las estimaciones de BBVA Research indican que las matriculaciones de turismos oscilarían entre las 820.000 y las 870.000 unidades en 2022», según recoge el informe.
En tanto, BBVA Research prevé que en 2023 la absorción de una parte no satisfecha de la demanda acumulada desde 2020, la reducción del precio relativo del combustible y el avance en la penetración del vehículo eléctrico «impulsarán» las ventas a pesar del «deterioro económico». «Las matriculaciones de turismos se situarán entre las 920.000 y 1,05 millones de unidades», ha añadido.
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